Una de las partes más complejas a la hora de crear un nombre para una marca es la relacionada con el registro de su denominación. 

Es bastante habitual pensar que hemos encontrado un bonito nombre para nuestra marca y que además ¡el dominio para su web está libre! Nos lanzamos a registrar inmediatamente el dominio y contratamos a una agencia para que nos haga el diseño de muestra marca.

Pues bien, no son pocos los casos que, después de invertir en diseño gráfico, diseño web y marketing se encuentran de repente con un aviso legal que les informa de que ya existe una marca registrada con su nombre en la misma o similar área mercantil y se les reclama que cesen en el uso de dicho nombre.

El registro de nombres de dominios se rige por su propia legislación en función al ámbito geográfico correspondiente y el registro de marcas se rige, aquí en España, por la Oficina Española de Patentes y Marcas, que no tiene potestad sobre los nombres de dominios.

En otros casos se piensa que la marca y la razón social son la misma cosa y que no es necesario registrar marca alguna “porque ese es el nombre de mi empresa”. 

En este caso, si bien es cierto que disponer de una razón o denominación social nos facilita las cosas o nos protege algo para poder oponernos frente a pretensiones de terceros de registrar una marca o nombre comercial similar, esto no es suficiente para proteger eficazmente el nombre de nuestra marca. De hecho, en la mayoría de los casos, razón social y nombre de marca no suelen coincidir.

Por otro lado, es importante entender que dos o más marcas pueden usar el mismo o parecido nombre, siempre que no sean utilizados por dos empresas que puedan entrar en competencia directa porque se dediquen a una misma actividad mercantil. 

También suele ocurrir que existen marcas con la misma denominación en otros países y que ya registraron el dominio web que nos interesa. En tal caso, habría que valorar si merece la pena rechazar un nombre de marca que nos satisface, y que puede ser registrado legalmente en nuestro país, por no poder registrar un dominio que se corresponda exactamente con el nombre de nuestra marca. Siempre existen métodos creativos para registrar dominios que pueden funcionar perfectamente sin renunciar a nuestro nombre comercial.

A la hora de crear un nombre para nuestra marca tendremos que tener en consideración estos y otros muchos aspectos legales, por lo que es altamente recomendable contar con profesionales que nos guíen y asesoren en el proceso de registro, tanto a nivel denominativo (nombre) como de signo distintivo (logo o marca gráfica).