Es muy habitual que, tanto dentro de la profesión como en el público general, se confundan los términos identidad visual o identidad corporativa con branding.

Vamos a tratar de explicar de una forma sencilla en qué consisten ambos conceptos.

Comenzaremos por explicar que el diseño es una parte muy importante de una marca, pero no lo es todo. De esta forma, desterramos la idea de que una marca es (sólo) un logo. Un logo es la representación gráfica de una marca.

Sin embargo un marca la componen la suma de múltiples elementos y experiencias que se generan en todos los puntos de contacto con la misma.

Puntos de contacto o touchpoints con las marcas

Algunos de estos puntos de contacto podrían ser, entre otros muchos: 

  • La forma y el tono en el que te atienden telefónicamente, online o presencialmente.
  • El olor de las tiendas (Si has entrado alguna vez en una tienda de Natura o Scalpers, sabrás a qué nos referimos)
  • El diseño de envases y etiquetado.
  • La experiencia de usuario en la web.
  • La comunicación y el marketing.
  • La relación calidad-precio.
  • La política de devoluciones. (El famoso “si no queda satisfecho, le devolvemos su dinero” de El Corte Inglés forma parte de su marca)
  • La variedad o especificidad de la oferta.
  • El plazo de respuesta ante una incidencia.
  • Si los empleados tienen en buena consideración sus condiciones de trabajo.
  • Cómo responden a conflictos con clientes.
  • El acabado de sus productos.
  • El sonido (Ese jingle tan pegadizo de Mercadona o los sonidos de Windows o MacOS también forman parte de sus marcas).
  • Etc.

Como veréis, muchas de las experiencias o elementos que conforman una marca no solo van dirigidos a sus compradores o audiencia. Están dirigidas a todos sus stakeholders: empleados, proveedores, intermediarios, medios de comunicación, etc. Es una cuestión de identidad y reputación que se construye desde todos los niveles y progresivamente.

La identidad visual

Una de las partes que conforman la marca es la identidad visual. Esta identidad la conforman, además del logo, todos aquellos recursos gráficos y audiovisuales que podemos aplicar posteriormente al marketing, la papelería y documentos corporativos, las redes sociales, el producto, la comunicación visual, etc.

Algunos de estos recursos serían: 

  • La paleta de colores
  • La tipografía
  • El estilo fotográfico para campañas o documentos
  • Recursos gráficos como tramas o patrones de motivos, degradados, iconos, formas, estilos, etc.

La identidad visual es parte del branding, pero no es todo el branding. Al igual que el logo es parte de la identidad visual, pero no es toda la identidad visual.

A la hora de abordar un proceso de branding (= construcción de marca) debemos partir de un enfoque más allá del diseño de un logo o de un manual de identidad corporativa. Antes de empezar un proceso de diseño debemos realizar una labor de consultoría y análisis previo que nos ayude a entender quiénes somos, cuáles son nuestras fortalezas y debilidades o cuál queremos que sea nuestro posicionamiento en el mercado y en la mente de nuestra audiencia.

Sólo así estaremos abordando correctamente un proyecto de diseño y construcción de marca.